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Crecimiento bacteriano patógeno

Normalmente, la leche se pasteuriza o se somete a algún tipo de tratamiento térmico para reducir posibles agentes patógenos. La leche cruda sin pasteurizar puede contener bacterias peligrosas, responsables de muchas enfermedades de origen alimentario. Incluso los animales sanos pueden ser portadores de gérmenes que pueden contaminar la leche. La leche puede contaminarse con bacterias durante el proceso de recogida. Un pequeño número de bacterias puede multiplicarse y desarrollarse en la leche antes de que nadie la beba si está cruda. Los métodos lecheros han mejorado a lo largo de los años, pero siguen sin sustituir a la pasteurización para garantizar que la leche sea segura para el consumo. La leche cruda suministrada por lecherías «certificadas», «ecológicas» o «locales» no tiene ninguna garantía de seguridad.

Reducción de los patógenos de la leche

Los patógenos de la leche se deben principalmente a una higiene deficiente, al estrés de los animales y a enfermedades animales. Los camellos deben estar limpios y gozar de buena salud. Se recomienda que la leche de camella se someta periódicamente a pruebas de detección de patógenos y que los registros de las pruebas se pongan a disposición de los consumidores que los soliciten.

Seguir unas buenas prácticas de higiene durante el ordeño puede reducir, aunque no eliminar, el riesgo de contaminación de la leche. El entorno de las explotaciones lecheras es un reservorio de patógenos. Sean cuales sean las precauciones que tomen los ganaderos, y aunque sus análisis de leche cruda den negativo, no podemos garantizar que su leche, o los productos elaborados con ella, estén libres de gérmenes nocivos.

Gérmenes como Escherichia coli O157, Campylobacter y Salmonella pueden contaminar la leche durante el proceso de ordeño de los animales lecheros, incluidas vacas, camellos y cabras. Los animales portadores de estos gérmenes suelen gozar de buena salud.

ADVERTENCIA DEL GOBIERNO: LA LECHE CRUDA (NO PASTEURIZADA) Y LOS PRODUCTOS LÁCTEOS A BASE DE LECHE CRUDA PUEDEN CONTENER MICROORGANISMOS CAUSANTES DE ENFERMEDADES. LAS PERSONAS CON MAYOR RIESGO DE ENFERMAR POR ESTOS ORGANISMOS SON LOS RECIÉN NACIDOS Y LOS LACTANTES ; LOS ANCIANOS; LAS MUJERES EMBARAZADAS; QUIENES TOMAN CORTICOSTEROIDES, ANTIBIÓTICOS O ANTIÁCIDOS ; Y QUIENES PADECEN ENFERMEDADES CRÓNICAS U OTRAS AFECCIONES QUE DEBILITAN SU INMUNIDAD.

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